Aprende a prevenirla desde ahora


La influenza o gripe es un virus que ataca las vías respiratorias y los bronquios, en especial durante los meses más fríos del año. Si bien se trata de una enfermedad controlable, a lo largo de su tratamiento no solo se realizan gastos económicos, también se llegan a perder horas laborales y de estudio. De allí la importancia de prevenirla adecuadamente.

Los principales síntomas de la gripe son malestar general, fiebres de hasta 39 °C, tos, así como dolores musculares, de garganta y de cabeza. Sin embargo, existen grupos de riesgo que pueden presentar signos más pronunciados, además de náuseas, vómitos y dolores abdominales. Estos grupos son los niños menores de 5 años, los adultos mayores de 65, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades crónicas (asma bronquial, diabetes mellitus, etcétera).

La gripe se puede prevenir de distintas maneras: lavándose las manos con agua y jabón, o usando desinfectante; tapándose la boca con un pañuelo o el antebrazo antes de estornudar o toser; alejando las manos de la nariz y la boca, ya que pueden haber estado en contacto con algún objeto infectado; y evitando el contacto prolongado con personas enfermas. Pero, sin lugar a dudas, la vacunación es la mejor forma de prevención, pues inmuniza contra las cepas del virus que más circularon el año anterior. Ello disminuye las probabilidades de presentar los síntomas más graves de la influenza, como son la deshidratación, la neumonía, el empeoramiento de las enfermedades crónicas, entre otras.




¡A vacunarse! Debido al cambio de temperatura, mayo y junio son los meses pico de la influenza. Por ello, es necesario vacunarse antes, teniendo en cuenta que el cuerpo tarda entre dos y tres semanas en crear los anticuerpos que necesita. Asimismo, la vacunación debe realizarse una vez al año, ya que el virus muta con respecto a la estación anterior. Al momento de recibir la vacuna, los anticuerpos tienen que estar en funcionamiento y no enfocados en atacar otra enfermedad.

De allí que se aconseje a las personas con resfriados, fiebres u otras enfermedades evitar las vacunas hasta sentirse mejores. Otros grupos que no deben vacunarse contra la influenza son las mujeres en su primer trimestre de gestación, los menores de seis meses y los alérgicos al huevo y al antibiótico gentamicina.
 
 
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