Consejos para prevenir esta contagiosa enfermedad
Se conoce como hepatitis a la inflamación del hígado causada, generalmente, por un virus o, en menor medida, por el consumo excesivo de sustancias tóxicas, como medicinas o alcohol. La prevención de esta última se resume al consumo responsable de dichas sustancias.

Mayor atención requieren las precauciones frente a la hepatitis originada por virus. Actualmente se conocen siete tipos distintos de esta variante; para su denominación se utilizan las letras de la “A” a “G”. Las más comunes son la hepatitis A y la B. En ellas nos enfocaremos.
 
  La hepatitis A es el tipo más leve, ya que no deja secuelas permanentes en el hígado y la mayoría de personas infectadas logra recuperarse plenamente, adquiriendo inmunidad contra el virus. No obstante, existen casos en los que llega a ser fulminante, pudiendo causar la muerte.

Además, esta hepatitis es la que más afecta a la población infantil; sin embargo, sus síntomas en los niños son difíciles de detectar, mientras que en los adultos son más notorios y problemáticos. Los más habituales son la ictericia (color amarillento de la piel), el cansancio, la inapetencia, la orina de color oscuro, así como las náuseas y vómitos.

 


El contagio de la hepatitis A se produce, principalmente, a través de líquidos o alimentos contaminados por el virus. Como este se encuentra en los restos fecales de las personas que han contraído la enfermedad, es esencial lavarse las manos después de cada deposición y luego de cambiar pañales. Igual de importante es lavar cuidadosamente verduras, frutas y hortalizas. También se recomienda evitar comer mariscos crudos.

La hepatitis B es la variante más peligrosa de esta enfermedad. Si bien sus síntomas son muy parecidos a los del tipo A, pueden llegar a ser crónicos y generar cirrosis hepática o cáncer de hígado. El contagio de hepatitis B se produce por contacto directo con la sangre de un infectado o por mantener relaciones sexuales sin protección. El Ministerio de Salud del Perú estima que en el país hay aproximadamente 560 mil portadores de hepatitis B.


La vacunación es la mejor manera de evitar esta enfermedad. Actualmente, la vacuna es obligatoria y se administra a todos los bebés antes de que abandonen el centro donde nacieron. Su eficacia es del 95% y dura, al menos, veinte años, pudiendo, en el mejor de los casos, servir toda la vida. No obstante, llegada la adultez, es preciso tomar ciertas precauciones: evitar compartir cepillos de dientes, máquinas de afeitar y otros artículos de higiene personal, desechar jeringas usadas y mantener relaciones sexuales seguras.

Fuente: Pacífico Seguros
 
 
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