Las nuevas tendencias en el diseño de interiores, así como los dispositivos tecnológicos que abundan dentro y fuera del hogar, generan una serie de transformaciones en muchos de nuestros hábitos y costumbres. Uno de estos cambios es dormir en habitaciones donde existe más luz de la necesaria, lo que afecta el correcto reposo de nuestro cuerpo.

Según el investigador Derk – Jan Dijik, del Centro del Sueño de Surrey, en Inglaterra, las personas deberían “evaluar sus dormitorios y encontrar una manera fácil de oscurecerlos”. En ese sentido, el uso de cortinas más gruesas es una buena opción para impedir que las luces externas se filtren. Recordemos que, en la actualidad, las zonas residenciales están abarrotadas de vallas publicitarias, postes de luz e, incluso, faros de automóviles.

 
  También al interior de nuestros dormitorios existe una serie de artefactos que producen luz. En esa lista se encuentran los estabilizadores, los routers o los puntos de luz indicadora de los televisores, por dar algunos ejemplos. Frente a esos dispositivos, lo aconsejable es mantenerlos desenchufados durante la noche.

 


La decoración también es un aspecto que debemos tener en cuenta. Sobre todo, en estos tiempos donde se valoran mucho más las paredes pintadas de tonos claros, así como los grandes ventanales. Estos elementos, que por lo general refractan y aumentan la intensidad lumínica, crean ambientes excesivamente claros, que no facilitan el reposo necesario para empezar un nuevo día.

Tampoco se trata de tener el dormitorio en tinieblas. Esto adquiere mayor relevancia si pensamos en las personas mayores, quienes, al encontrarse en una habitación completamente oscura, podrían sufrir accidentes. La moderación y un poco de criterio son, en ese sentido, nuestros mejores consejeros al momento de tomar una determinada acción.

 
 
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